domingo, 5 de julio de 2009

Hipatia: mujer de capacidad, inteligencia y lucha



Esta científica nació en el año 370, en Alejandría, en Egipto. Su importancia como figura histórica radica en que fue la primera mujer matemática conocida en toda la humanidad. Todo el desarrollo de sus destrezas, en parte, dicen que fue gracias a la influencia de su padre, el astrónomo Teón. Se especula que fue él quien le inculcó sus conocimientos sobre astronomía y otras ciencias.
Tal fue el desenvolvimiento de esta mujer de gran inteligencia, que por el año 400 ya dirigía la Escuela de Alejandría, donde dio clases a varios personajes importantes de la época. Su especialidad, y lo que enseñaba con gran causa de conocimiento fue la filosofía neoplatónica. Toda esta doctrina estaba basada en las enseñanzas de Plotino. Este pensador señalaba que la idea de una realidad última está más allá del pensamiento. En parte, Plotino decía que no se podía llegar a esta verdad porque el ser humano, incluso, no tenía la capacidad para entenderla.
Debido a que Hipatia tenía apego por las ciencias exactas y la lógica fue relacionada con el paganismo. Por esta razón, tuvo bastantes encontrones durante la época en la que enseño a sus alumnos, varios de los cuales eran cristianos. Uno de ellos fue Sinesio de Cirerne. Con este último mantuvo constante correspondencia por lo que en determinado momento fue relacionada con él sentimentalmente.
Corría latente y disperso el rumor en Alejandría de que Hipatia era la causante de la disputa fría y encarnada entre Cirilio y Orestes, pues era una cercana y vieja amiga de quien fue su ex alumno y con quien hicieron críticas al abuso impropio y ofensivo de la Iglesia.
En el brutal asesinato según se cuenta, existe la versión de que una muchedumbre enardecida atrapo sorpresivamente a la asustada Hipataia (se dice que para ese momento ella tenía unos 60 años de edad), le rasgaron sus vestimenta, la desnudaron, salvajemente la torturaron, siendo arrastrada por toda la ciudad ante la vista atónita de los moradores fue descuartizada y sus restos luego de haberlos paseado como señal de triunfo y de terror fueron incinerados uno a uno, dejando en las llamas las cenizas de un legado intelectual, filosófico, matemático y sobre todo femenino de lucha y capacidad perenne a través de la historia.

1 comentario:

Zoë dijo...

Me gustó mucho el tono de esta historia. Tienes una manera especial con palabras.